miércoles, 29 de noviembre de 2023

La mudanza

 

Se termina el tiempo en esta casa y abre el

espacio

la puerta que te recibió hace más de tantos

años que no hay tiempo

para contarlos. Te llevás tus cosas como si

fueran cajas livianas

que se pueden cargar nomás y están repletas

de tus días

que pesan tan poco como ese mismo en que

nació tu hijo y te alivianó

aún más el tiempo. O como ese en que murió

tu madre y flotaste de dolor

porque no había tiempo, no había más tiempo

para ella ni para vos.

Cargás cosas como se cargan las noches con

amigos adentro de un vino

con las risas metidas entre el piano

y los abrazos,

porque los brazos cargan bultos enormes con

juguetes que ya no juegan

y con ropa que queda chica. Pero te apurás

porque no hay tiempo

y se lleva el camión una parte de tu vida a

otra parte nueva que ya llega

ya llega y vos seguís en esta vereda

caminando con los brazos cargados de ganas

todavía, y tenés que empujar las macetas que

crecieron demasiado

y la terraza se llenó de lagartijas donde antes

no habitaban ni las hormigas

que ahora comen el tiempo vacío del verano y

tenés que empujar amores

que no quieren irse de estas paredes con

libros que pesan más que nada

y el piano que viene de otras manos que están

en tus hombros

y son las que te  empujan a vos a cruzar

la calle

a la vereda nueva sin mirar si aún te queda

algo

por cargar. 

 

María Emilia Alcoba