Cada cierto tiempo insisto con esta película.
Ignacio Agüero documentando el trabajo de Alicia Vega, sus talleres de cine con las infancias en los barrios humildes de Santiago de Chile en dictadura. Aquí se muestra un taller. Pero no fue un año. Fueron décadas. Fueron niñas y niños de distintas generaciones los que pudieron participar en esta experiencia. Hace poco, en pandemia, Alicia (92 años) organizó sus apuntes, sus archivos, y publicó un libro* que es una suerte de suma teológica para no desesperar.
Se puede. Muchas cosas se pueden incluso y sobre todo en esos momentos en que pareciera que no se puede nada. Solo que hay que atreverse a explorar caminos no tan transitados o descubrir el camino en el que se encuentran ciertas necesidades y ciertas disposiciones. Descubrir quizás, como dijo mi padre, ese lugar donde nuestra presencia se hace irremplazable. No se pierdan a Alicia, ni a sus niños.
A.
* disponible para consulta en el patio de los libros