Esta es la primera entrega de una serie. La voz de... Serie presentada por diversos colaboradores de este espacio, quienes leerán algún corto fragmento de lo que les guste más. Un texto, una lista de compras, lo que sea. Acá la propuesta de Cándida que se equivocó dos veces, una cuando empezó a leer en medio del párrafo elegido, luego cuando en vez de leer en castellano, leyó en francés. Hemos dejado ambos errores... porque el error es humano...
Fragmento de “La simpatía humana” (Aguafuertes Porteñas, 1933).
“Cada hombre y cada mujer encierra un problema, una realidad espiritual que está circunscripta al círculo de sus conocimientos, y a veces ni a eso.
Hasta se me ocurre que podría existir un diario escrito únicamente por lectores; un diario donde cada hombre y cada mujer, pudiera exponer sus alegrías, sus desdichas, sus esperanzas. Otras veces, me pregunto:
‘¿Cuándo aparecerá, en este país, el escritor que sea para los que leen una especie de centro de relación común?’
En Europa existen estos hombres. Un Barbusse, un Frank, provocan este maravilloso y terrible fenómeno de simpatía humana. Hacen que seres, hombres y mujeres, que viven bajo distintos climas, se comprendan en la distancia, porque en el escritor se reconocen iguales; iguales en sus impulsos, en sus esperanzas, en sus ideales. Y hasta se llega a esta conclusión: un escritor que sea así, no tiene nada que ver con la literatura. Está fuera de la literatura. Pero, en cambio, está con los hombres, y eso es lo necesario; estar en alma, con todos, junto a todos. Y entonces se tendrá la gran alegría: saber que no se está solo.
En verdad, quedan muchas cosas hermosas, todavía, sobre la tierra”.
Roberto ARLT