Por si alguno no ha tenido ocasión de leer este libro. Contiene reflexiones que nos incumben.
(M.C. lo sabía. Cándida eternamente agradecida).
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“A veces todavía sueño con mi
padre y con mis hermanos: el camión de bomberos pasa de largo camino del
infierno, y yo pienso en esos sueños y después los apunto y los guardo en un
cuaderno y se quedan allí, como fotografías de cumpleaños de cuando yo tenía
siete años y me reía con una risa en la que faltaban dos o tres dientes y esa
ausencia era la promesa de un futuro mejor para todos. A veces pienso también que
quizás yo no pueda nunca contar su historia, pero que debo intentarlo de todas
formas, y también pienso que, aunque la historia tal como la conozco sea
incorrecta o falsa, su derecho a la existencia está garantizado por el hecho de
que también es mi historia y por el hecho de que mis padres y algunos de sus
compañeros siguen con vida; si esto es verdad, si no sé contar su historia,
debo hacerlo de todos modos para que ellos se vean compelidos a corregirme y
hacerlo con sus propias palabras, para que ellos digan las palabras que sus
hijos nunca hemos escuchado pero que necesitamos desentrañar para que su legado
no resulte incompleto”.
Patricio Pron
El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia
[40], pp. 190-191