“Es lícito plantear que somos una
generación, es decir, un grupo de personas que tienen experiencias comunes (el
peronismo, por ejemplo), que han leído los mismos libros y han elegido los
mismos autores, porque la edad –o la juventud– es también un problema de
cultura. En nuestro caso somos ajenos a las formas establecidas y dominantes de
formaciones culturales. Partimos de la lección de Roberto Arlt, que es para
nosotros un contemporáneo. Nos quieren presentar como jóvenes iracundos que se
revelan e intentan una vez más convertir el problema de una nueva literatura en
una cuestión sociológica y de época. Suponen o imaginan una particular “locura”
en algunos jóvenes, en este caso Saer; el mismo método se usó con Arlt. Se
coloca a Saer en la categoría de joven iracundo, en alguien extraño que
desvaría, lo que él dice es falso (…). Somos, dicho con ironía, un grupo de
escritores que bregan por una nueva cultura en la Argentina. Una nueva cultura
que reconstruye la tradición y elige su punto de referencia, Juan L. Ortiz fue
citado y defendido por Saer, que también podría haber hablado de Macedonio
Fernández porque ellos, esos grandes viejos, son nuestros contemporáneos”.
Ricardo Piglia
Los diarios de Emilio Renzi –
Años de formación (p. 157)