“Aquí no se piensa bien de nadie, pero se opina regularmente
de todos.
No hay crítica, no hay espíritu nacional de literatura, no
hay un fin social o artístico determinado, no hay nada.
Se escribe por escribir; unos para darse bombos mutuos: los
ricos; otros para ganarse un premio municipal: los pobres.
La gente no tiene nada que decir, o si tiene algo, salvo esa
media docena de prosistas, no lo sabe escribir”.
Roberto Arlt
(Por qué no se vende el libro argentino/Aguafuerte)