"Hedge
school". Escuela de cobertura. Escuela clandestina. Es lo que nos dice Neil
Collins que se usó en los siglos XVIII y XIX, en Irlanda, para poner al
resguardo una cultura frente al invasor. Hoy las invasiones son múltiples, las
culturas que se podría poner a resguardo también. Algunas las reconocemos más
fácilmente como nuestras. Otras nos parecen más alejadas. No hay una sola forma
de hacer las cosas incluso las más evidentes. Recuerdo un texto de Carlos
Semorile sobre las palabras. Un texto que nombraba con gran delicadeza la
relación entre el amor, en sentido amplio, y las palabras. Pero hoy leía un
testimonio desgarrador de un campesino francés que contaba de qué manera,
cuando él era niño (principio del siglo XX), el afecto entre padre e hijo se
manifestaba de muchas maneras, menos a
través de las palabras. Libre asociación de ideas: Foucault… Foucault
terminaba uno de sus libros diciendo que hay que ser capaz de escuchar el estruendo
de la batalla. Pido disculpas por descontextualizar esta cita; agrego que hoy
estamos prácticamente incapacitados para escuchar cualquier cosa… como no sea
las bocinas, las alertas antirrobo, las sirenas, las máquinas que perforan las
calles, las radios y televisiones que han sido dispuestas en casi todos los
espacios públicos. El ruido está en todas partes. Y ese ruido hace difícil escuchar
ese otro estruendo. El estruendo de la batalla que nos concierne y que no tiene
solamente como escenarios los que más fácilmente saltan a la vista, esos que
pueden ser fotografiados y que suelen dar lugar a una nota en el diario. Por
eso, invito a todos los participantes del blog a estar sumamente atentos a las
nuevas formas de Hedge School. Las hay. Es una convicción. Hay muchas escuelas
que van a contracorriente. En los más variados ámbitos. Incluso los que parecieran
más alejados de la cosa política. Cada vez que un ser humano se dirige a otro
para hacerle una propuesta ajena a los valores y normas de la sociedad de
mercado que día a día martilla y destruye. Comparto, en este marco, una
contribución del Tata. A cielo abierto, en este caso.
Cándida
pd. no dejen de activar los subtítulos para entender cabalmente lo que hace el hombre