"Pasaron los días y todo fue tomando forma".
Cura Malal, también llamado Curamalan, es un pueblo que a menudo mencionamos en este espacio. Suelen pasar cosas que nos importan. Cosas, decisiones, encuentros, gestos que riegan –como plantita, sí– la esperanza que tenemos puestas en las capacidades de todos y cada uno para transformar un mundo aquí y ahora. En este caso se trataba de doce bibliotecas armadas por chicos que luego las llevarían a sus casas. Chicos que viven y van a la escuela en un pueblo que no cuenta con una biblioteca pública. “Los papás, la mayoría, trabajan en el campo, no pueden acceder a una biblioteca y al no tener, tal vez, algunos de ellos –algunos tal vez sí– material en sus viviendas y no teniendo acceso a internet, que es también como una biblioteca, pensando en estas imposibilidades, surgió la idea de acercar una biblioteca a cada grupo familiar. Por lo menos una semilla”, nos cuenta Mercedes Resch y agrega “Como un inicio, para que ellos puedan ir ampliando. De hecho, aquí en la Tranca tengo libros todo el tiempo, para que se puedan llevar, y no devolver, obviamente. Son libros que se pueden quedar en sus casas. Ese era el sentido, acercar la biblioteca a los hogares y que se quede ahí y que tenga material tanto de interés de los nenes, como de la mamá y del papá. Por eso había también revistas, diferentes tipos de materiales”. Lo que sigue es su relato.
Cura Malal- Escuela n° 6- Octubre/ Noviembre 2017
Resch Mercedes
Un día invité a mis
alumnos a tomar la merienda en mi taller
Octubre 2017
Les quería proponer un proyecto…
Los entusiasmó más de
lo que hubiera imaginado, y eso duplicó mi propio entusiasmo
Y llegó el día esperado, manos a la obra.
Ensamblamos las
estructuras de cartón con cinta de papel.
Ya están construidas las doce bibliotequitas.
Nos pusimos de
acuerdo para trabajar en grupo,
reforzamos las estructuras con una
cartapesta.
¡Pero les faltaba color!
Las familias, primos
y hermanos se sumaron a pensar ideas y diseñar.
Pasaron los días y todo fue tomando forma.
Decidimos entre todos
remarcar los contornos y dibujar con fibra negra.
Pensamos que el 10 de noviembre « Día de la
tradición»
era el mejor momento para entregar las
bibliotecas
En esa jornada se
junta el pueblo en la escuela para festejar, sólo faltaban tres días.
Mientras tanto, seleccionamos libros
que nos donaron algunos amigos.
que nos donaron algunos amigos.
Martina, Aldana, Paula y Julieta revisan el
material
que donó la Escuela N°6.
que donó la Escuela N°6.
Ellas conocen el interés de sus compañeros.
La estancia «La Curamalan» nos sorprende.
El día anterior a la
entrega de las bibliotecas llega a mi casa Paula Etcheberry con tres cajas de
libros nuevos y usados, revistas y doce Martín Fierro.
¡Y llegó el gran
día!
El jardín es pequeño pero todos nos
acomodamos.
El protagonista del
momento José Hernández, y algunos versos del Martín Fierro.
Lautaro terminó de
emocionar al público con una sentida payada.
«Pido á
los Santos del Cielo
que ayuden mi pensamiento,
les pido en este momento
que voy
á cantar mi historia
me refresquen la memoria
y aclaren mi entendimiento.»
(párrafo
10 del Martin Fierro)
¡Nuestro proyecto «Semilla de
Biblioteca» se hizo realidad!
Agradecimientos: a los alumnos de
1° y 2° ciclo de la Escuela Primaria N°6 de Cura Malal, a los compañeros
docentes, a Estefania Commisso, a Marcelo Morel, a Paula Etcheberry, a Jorge
Boudou, a la Estancia «La Curamalan», a la Biblioteca Infantil «Luisa Braganza»
de Coronel Suárez, a Gladys Meyer, a la familia Cimarosti Taccari, a Tere Croce
y al Jardín Rural N° 3 de Cura Malal por hacer posible el proyecto.