Compartimos aquí un texto de Gaëlle Krikorian publicado por la revista francesa Vacarme, en su último numéro de abril de 2018. En total coherencia con uno de los objetivos de este blog que está dedicado "a difundir hechos alentadores. (...) Proyectos colectivos o esfuerzos de uno solo que nos
hacen sentir contentos. No porque no haya dificultades, conflictos,
miserias sino porque a pesar de todo eso, uno o varios logran salir
adelante con sus proyectos en medio de la adversidad". En este caso se trata de la movilización de ciudadanos comunes, en Francia, frente a los dilemas de la (no) política de recibimiento de extranjeros. Quizás la expresión "contentos" no sea la adecuada en este caso, pero experiencias como estas permiten vislumbrar una esperanza. La traducción en castellano fue publicada por Radio Universidad de Chile.
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Hace ya varios años que ocurren
cosas que pueden ser calificadas de anormales. En Francia, y en Europa.
“¿En qué momento se ve que lo que
está pasando… no va?” preguntaba en una reunión, a principios de marzo de 2018,
un hombre sudanés que llegó a Francia hace poco.
A veces se tiene ganas de dar un testimonio
porque ciertas situaciones resultan chocantes y se piensa que es importante
decir lo que está aconteciendo. Se quiere denunciar lo que resulta intolerable.
Se intenta analizar porque, frente a lo incomprensible, se quisiera encontrar algún
sentido, y medios para actuar sobre esa realidad.