Qué sola
quedaste
rodeada de
voces,
qué sola de
vos...
Qué sola
de cantos y
juegos de niños,
de tiempos
soleados y tibios
Qué sola
de tardes de
melancolía,
despierta de
noche
soñando de
día
Qué sola
del campo y
la lluvia de otoño
Qué sola
de pastos
quemados de frío
Anchura de
cielos barridos
de vientos
de arena y olvido
Qué sola
quedaste
rodeada de
voces
Qué sola
de vos...
Miguel Praino