Se trata de una palabra cabalística
que se escribía en once renglones, con una letra menos en cada uno de ellos, de
modo que formasen un triángulo, y a la cual se atribuía la propiedad de curar
ciertas enfermedades.
Esta palabra, que solía introducirse en los
relatos infantiles como fórmula de un brujo o mago en el momento de la
realización de un acto sobrenatural, fue tomada por los gnósticos (no
los agnósticos) una secta de los hebreos.
Fue helenizada del lenguaje hebreo: Abrep
ad habra abreviada ABRAC y significa manda tu rayo hasta la muerte.
La inscripción puede verse en la Catedral de
Lausana en Suiza.
Otto Carlos Miller