viernes, 23 de noviembre de 2012

Recreando

Las posibilidades de la música popular son infinitas. Hoy los niños tienen a delicados artistas que, como puentes, les acercan estos legados de una manera novedosa, creativa, respetuosa. Los Musiqueros son uno de esos grupos, invitamos a los lectores a buscar por sí mismos y en otro momento difundiremos. En esta ocasión escuchamos a los Caracachumba.

Agradecemos muy especialmente esta contribución de Mónica.



lunes, 19 de noviembre de 2012

"Hannah, can you hear me?"



Hay algo terrible en esta escena tan famosa, tan justamente famosa, tan importante. No es el discurso de Chaplin, no son sus palabras. Sucede acá en el minuto 4.19. Es el aplauso. El aplauso de una masa que no es probablemente (todavía) el pueblo que invoca Chaplin y que sigue teniendo algo del rebaño que muge… como años después dirá Alekos Panagulis cuando daba su lucha, que era la misma lucha… Algo del rebaño siempre dispuesto a aplaudir al que habla más fuerte, más lindo o mejor… Personalmente tengo cierta preferencia por el minuto 4.42. Porque es el momento en que un hombre le habla directamente a otro hombre… que más encima es una mujer. Y ese hombre que es una mujer escucha… Cosa milagrosa. Realmente milagrosa. Alguien escucha. Y eso que pareciera -ya al final de la escena- que todo no era más que silencio. En eso radica la esperanza, se me hace. Escuchar incluso cuando pareciera que no hay nada que escuchar… Ni el grito de desesperanza, ni la queja muda de los que mueren con la boca cerrada (AGC)


sábado, 17 de noviembre de 2012

Cuando era chico quería ser grande

Especialmente para quienes tienen hijos chiquitos y/nietos. Los invitamos a conocer una nueva producción de Paka Paka. Son  cortos realizados en torno a los "grandes" de América Latina que los presentan... cuando eran chicos. Este capítulo está dedicado a Artigas. Una "pequeña" maravilla. Recomendamos también el episodio dedicado a Emiliano Zapata y... etc... además de Paka Paka, varios capítulos están disponibles en youtube, duran cuatro minutitos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

La voz humana como instrumento



En 1949 decía D’Arienzo: "A mi modo de ver, el tango es, ante todo, ritmo, nervio, fuerza y carácter. El tango antiguo, el de la guardia vieja, tenía todo eso, y debemos procurar que no lo pierda nunca. Por haberlo olvidado, el tango argentino entró en crisis hace algunos años. Modestia aparte, yo hice todo lo posible para hacerlo resurgir. En mi opinión, una buena parte de culpa de la decadencia del tango correspondió a los cantores. Hubo un momento en que una orquesta típica no era más que un simple pretexto para que se luciera un cantor. Los músicos, incluyendo al director, no eran mas que acompañantes de un divo más o menos popular. Para mi, eso no debe ser. El tango también es música, como ya se ha dicho. Yo agregaría que es esencialmente música. En consecuencia, no puede relegarse a la orquesta que lo interpreta a un lugar secundario para colocar en primer plano al cantor. Al contrario, es para las orquestas y no para los cantores. La voz humana no es, no debe ser otra cosa que un instrumento más dentro de la orquesta. Sacrificárselo todo al cantor, al divo, es un error. Yo reaccioné contra ese error que generó la crisis del tango y puse a la orquesta en primer plano y al cantor en su lugar. Además, traté de restituir al tango su acento varonil, que había ido perdiendo a través de los sucesivos avatares. Le imprimí así en mis interpretaciones el ritmo, el nervio, la fuerza y el carácter que le dieron carta de ciudadanía en el mundo musical y que había ido perdiendo por las razones apuntadas. Por suerte, esa crisis fue transitoria, y hoy ha resurgido el tango, nuestro tango, con la vitalidad de sus mejores tiempos. Mi mayor orgullo es haber contribuido a ese renacimiento de nuestra música popular."