martes, 16 de febrero de 2021

Un verano diferente - registro e invitación

 

Veo Veo Siento Siento - Un verano diferente

Todavía está viva la emoción de lo compartido estas semanas en el marco de “Un verano diferente”. Quisiera dejar un mínimo registro –y alentar otros de ciertas características que tuvo el programa, no tanto como lo imaginamos junto a Mariana Lifschitz, sino más bien como lo realizaron los talleristas. Se trataba, en principio, de una invitación a promover espacios cuidados para el encuentro ahí donde muchas familias no podrían tomarse vacaciones a la manera en que lo hacían en otros años. Lo que se fue diseñando fue un programa de actividades recreativas gratuitas al aire libre, realizadas en las veredas de los barrios de Santa Rita, Villa del Parque y alrededores. La invitación hecha desde “Vínculos Vecinales” y “Muestras al paso” facilitó la formación de una red de cooperación en un tiempo breve. Con esto quiero decir que si fue relativamente fácil promover este encuentro es porque había habido encuentros anteriores. Lo sorprendente es que conociéndonos poco –pero suficiente–, se pudo avanzar hacia algo desconocido, sin precedentes para los participantes porque nunca antes habíamos estado en pandemia… ni con las restricciones que fueron las de estos meses. En este marco, donde había que tomar en cuenta una serie de precauciones, cada participante fue el inventor de su experiencia. Única. Singular. Cada cual lo hizo a su manera. Sin obligación. Sin remuneración. Sin marco institucional. Sin manual de uso… Y a su vez con… Una inmensa voluntad. Con dedicación. Con ingenio. Con una sonrisa en los labios, que es la que las personas grandes llevan puesta cuando se dedican a lo que aman… y la de niñas y niños cuando cometen alguna travesura… Aunque suene raro: esta travesura que cometimos fue cuidada y con protocolo.

Alrededor de cuarenta chikuchis participaron en las distintas actividades que se desarrollaron durante ocho semanas entre el 21 de diciembre y el 12 de febrero. En distintas calles del barrio (nueve "sedes"), con inscripción previa, por grupitos de a cuatro o de a seis, cuando la actividad implicaba estar sentados en la vereda, hasta ocho o incluso diez, cuando era posible mayor distancia. La mayoría de las actividades estuvo dirigida a niñas y niños de entre 6 y 12 años. Para equilibrar, algunas valientes promovieron y concretaron otras para más pequeños (de música, plástica y arcilla). Tata Cedrón (nuestro tallerista senior, 81 años) tomó a cargo algunos encuentros con músicos jóvenes y adolescentes (el más joven músico que le salió al encuentro contaba 11 añitos…). Otras actividades estuvieron también dirigidas a un público adulto (canciones y cuentos al paso, juegos de mesa, charlas sobre astrología). Entre los hechos notables, la circulación de algunos niños de taller en taller, lo que permitió que se fueran familiarizando entre ellos y con las talleristas (en su mayoría mujeres). Pero también la circulación de las talleristas. Algunas llevaron a sus hijas y a sus hijos a los talleres realizados por otras personas. También hubo madres que realizaron sus actividades (de plástica, de collage, de música, paseos verdes) con los hijos presentes participando. Otras circularon de taller en taller por gusto. Lo que dio pie para inspirarse en lo que hacían los demás y proponer un nuevo taller y así. En medio de este trajin, una de las más jóvenes talleristas, nuestra querida Florencia, tuvo la idea de que cada participante, si hay tiempo, si hay ganas, ponga por escrito algo de su experiencia. Estamos en eso. Ya contamos con algunos escritos y los vamos a difundir en este mismo espacio (cf. Travesuras 1, 2, etc.)

Aprovecho para renovar esa invitación: todo lo que nos quieran contar es bienvenido. Todo nos parece importante y les estamos, Mariana y yo, muy agradecidas. 

Antonia García Castro

 

TALLERISTAS Y PARTICIPANTES DE « UN VERANO DIFERENTE »

Por orden de aparición

Florencia Knoblovits (Juegos de mesa / Figúrate – taller de sombras chinas)

Sofía Carelli (Juegos de mesa)

Guillermina Bruschi (Paseo Verde)

Vaivén (Carola Lijalad, Florencia Knoblovits, Luna Duek, Sofía Carelli)

Analía Pineda (Manos a la masa. Taller de galletitas / Emocionario. Arte para abordar emociones)

Susana Pariani (Cuentos al paso)

Tata Cedrón (Intercambios / Canciones al paso)

Sofía Agustina Mattiassich (Historias de papel / Veo Veo Siento Siento. Experimentación artística)

Josefina Salazar (De ríos y mares. Cuento y collage)

Lilén Toscano (De ríos y mares. Cuento y collage)

María Emilia Alcoba (Charlas sobre astrología)

Denise Ugarte (Arcillarte / De la raíz hasta el cielo, pintura sobre tela, libro colectivo)

Laila Vilanova (El sonajero. Taller de música e instrumentos)

Matías Lockhart – Colectivo Reciclador / Acción Huerta Urbana (Taller - Reciclar y sembrar)

Celina Andaló – Colectivo Reciclador / Acción Huerta Urbana (Taller - Reciclar y sembrar)

Agustina Lerones (Figúrate – taller de sombras chinas)

María Claudia Martínez (Escultura. Un mundo en tres dimensiones)

Nurith Hamerszlak (Yoga para chicxs)

 

Agradecimientos especiales también para quienes acompañaron poniendo a disposición escenarios o facilitando, de otras maneras, los encuentros: Laura Pogoriles, Laura Benza, Maria Cristina Rivero, vecinos y vecinas del pasaje Granville, Sandra González, Mariela Marzano. Eduardo de la Serna. Cualquier Lado Club de Artes y quienes desde el Banco Credicoop colaboraron con materiales para los talleres de plástica y huerta. Junta Comunal (Comuna 11). Sin olvidar las familias que concurrieron y se involucraron en estas... travesuras.