Ya se puede decir que el proyecto #cercanias #muestrasalpaso es internacional... Ha sido bello compartir todas estas semanas de ventana a ventana, de vereda a vereda, guardando las distancias, estas pequeñas transformaciones. Gracias a los que hoy participan y a los que siguen pensando sus propias intervenciones ahí donde están. Los proyectos en curso son... apasionantes... La idea de circuito cultural barrial compatible con la cuarentena es exactamente eso. Cada palabra importa. No se trata de hacer un llamado a generar reuniones masivas en el espacio público. Es necesario precisarlo porque puede haber confusión sobre este aspecto. Se trata de trabajar para los que ya están ahí: los cercanos. Los que no tienen que atravesar la ciudad para ver o escuchar tal o cual propuesta. Los que la recibirán ya sea desde sus casas, sus ventanas, sus balcones, o cuando tienen que desplazarse para una compra de caracter esencial o en los paseos con los niños que es, también, algo esencial. Los niños y los adolescentes corren en estos días muchos otros peligros diferentes a los de la enfermedad que nos aqueja. De ahi, también, que una parte del circuito barrial, tal como se desarrolla de a poco en Villa del Parque, se dirija a ellos. En el caso de la estación musical, como la llama una amiga, ahí hay varias opciones compatibles con las distancias que hay que guardar y la necesidad de no generar aglomeraciones ni estancias prolongadas en la calle. Se puede además precisar que en su esencia (ya que hay una esencia) este proyecto apunta a generar pequeños encuentros entre personas a través de sus obras, en un sentido muy amplio, no sólo de obras artísticas. Es algo que una niña muy pequeña entendió, por así decirlo, sin necesidad de que nadie se lo explicara (se puede leer esa nota PULSANDO AQUÍ). Lo que importa es la intención y el encuentro que en muchas ocasiones es diferido (como también lo muestra la experiencia en el barrio de Caballito, que se puede revisar AQUÍ). O no diferida: como la que lleva a cabo, desde hace años, Federico Peyrille en Santa Rita y que nos permite encontrarnos con las obras y el artista y no violar la cuarentena (ver AQUÍ). Asi fue como el Tata nuestro de todos los días "descubrió" a este vecino, mientras caminaba las cuadras exactas que tiene que caminar para que haya salud: salud en todos los ámbitos. Y no había ahí ninguna congregación. Había un hombre trabajando adentro, un hombre contemplando afuera y en el medio: las obras.
Si hiciera falta subrayarlo, y lo es, porque los malentendidos posibles son demasiados: no se trata de incurrir en decoraciones. No estamos convocando a poner guirlandas en nuestras vidas. Ni banderas ni esloganes. Encuentros: mínimos, responsables, verdaderos.
La Florida, Santiago de Chile |
Me permito completar el poema... porque esa voz y la mía... siempre han ido juntas.
"...CONQUISTAREMOS LA ESPLÉNDIDA CIUDAD..."
A.