Compartimos este primer esbozo de una propuesta que nos gustaría conversar y elaborar con vecinos y vecinas de la Comuna 11 y alrededores. Nos importa recoger impresiones, ideas, reflexiones, y contar con la experiencia de los que vienen trabajando en la calle y pasajes desde hace tiempo. El objetivo central es ofrecer una propuesta de verano en los barrios para toda la familia con especial atención en la situación de niñas, niños y adolescentes, en el contexto de la actual situación sanitaria. Las personas interesadas en esta idea, que quisieran participar en su elaboración, pueden escribir a: vinculosvecinales@gmail.com; antoniagarciacastro@gmail.com.
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Proyecto de habilitación de áreas cuidadas destinadas a la realización de actividades culturales y recreativas barriales en pasajes de la Ciudad de Buenos Aires durante el verano 2020-2021 / Comuna 11
Por Antonia García Castro y Mariana Lifschitz (*)
Teniendo en cuenta que muchas familias no podrán viajar este verano ni realizar las actividades que solían hacer en otros años, es posible pensar planes alternativos para el verano que nos permitan disfrutar y descubrir nuestros barrios de un modo diferente a los que estamos acostumbrados.
Nos interesa especialmente la situación de niños y niñas que, para cumplir con los necesarios cuidados, pasaron tanto tiempo dentro de sus casas. Ahora que el clima cálido facilita las cosas, quisiéramos propiciar la habilitación de nuevos espacios de actividades al aire libre complementarios a las plazas (ya que no hay plazas en todos los barrios y cuando las hay suelen estar muy concurridas en un contexto sanitario en el que todavía es necesario cuidarse y mantener distancia).
Una posibilidad que se nos ocurre es trabajar con vecinos en una propuesta de actividades a realizarse en algunos pasajes de la zona. Pasajes que durante algunos días de la semana y en determinados horarios podrían convertirse en áreas cuidadas que permitan la realización de actividades culturales y recreativas para chicos y grandes.
Sobre el corte de calles
Cerrar las calles al tráfico durante algunas horas en ocasiones especiales es una práctica común en nuestra ciudad. Por fuera de la dimensión festiva a la que estamos acostumbrados (ya sea en el marco de eventos culturales masivos o barriales), durante la pandemia, se cortaron calles con el fin de promover paseos en zonas comerciales (ej. calle Nogoyá). Un dispositivo parecido podría llevarse a cabo para que, en otras zonas, menos transitadas, las familias residentes y familias de los alrededores dispongan de la calle (previamente cortada y resguardada) para realizar distintas actividades que no resulten invasivas para otros vecinos.
Estas áreas serían “cuidadas” en varios sentidos: por un lado, áreas sin tránsito de autos; también en términos sanitarios, asegurando la distancia y evitando aglomeraciones; pero además, a la hora de proponer actividades, pensando en que éstas no perturben a otros vecinos en sus rutinas diarias.
Se trataría no solamente de hacer de la calle un escenario posible para encuentros entre vecinos sino también de aprovechar –en el mejor sentido de la palabra– lo que hacen los mismos vecinos, sus diversas habilidades, capacidades, talentos.
Compartiendo saberes y estrechando vínculos
Por poner un ejemplo: se podría pensar que entre las 18.00 h y las 20.00 h tal pasaje sea el escenario de talleres. En tal punto, una actividad dirigida a niños (espacio de arte, de lectura, de juegos). En tal otro, taller de crochet para jóvenes o para adultos. Pero también cabe imaginar: taller de guitarra; siembra en canteros. Este tipo de actividades podría requerir inscripción previa para controlar la cantidad de personas y se las podría pensar de manera rotativa.
Muchas otras actividades podrían desarrollarse si pensamos en lo que hacen nuestros vecinos. Prácticamente no hay actividad que no pueda ser motivo de encuentro (costura, panadería, jardinería, etc.)
Sería importante acompañar lo que ya se está haciendo en el barrio (por ej. los paseos organizados por el Circuito Cultural Santa Mitre) y generar condiciones para actividades de otra índole. Por ejemplo, programación de actividades deportivas en espacios adecuados: además de lo que se está haciendo en plazas, podría haber encuentros de deportes que no requieren contacto, formando equipos de pocos jugadores: vóley, tenis, paleta, ping pong, skate, rollers, acrobacia, etc. liberando el tránsito en algunas zonas con una mirada integral atenta a la seguridad de los participantes y a la tranquilidad de los habitantes.
Se trataría entonces de que chicos y grandes puedan disfrutar el verano, mientras se van estrechando vínculos entre vecinos, compartiendo saberes, y transformando el barrio en un espacio (re)creativo a cielo abierto.
Buenos Aires, 19 de noviembre de 2020
(*) Antonia García Castro es Coordinadora del proyecto “Muestras al paso” y Mariana Lifschitz es Directora del periódico Vínculos Vecinales.