En el año 2011, se creó este blog con la idea de abrir un
espacio: “dedicado a difundir hechos alentadores. Dicho en bruto: buenas
noticias, cosas bellas que a veces pasan y de las que somos testigos. Proyectos
colectivos o esfuerzos de uno solo que nos hacen sentir contentos. No porque no
haya dificultades, conflictos, miserias sino porque a pesar de todo eso, uno o
varios logran salir adelante con sus proyectos en medio de la adversidad.” Con
el tiempo, solo una parte de ese propósito se fue desarrollando, la parte más
personal, donde cada uno de los participantes pudimos contarnos unos a otros,
algo bello, algo valorado, algo que nos importaba preservar y compartir. Una agenda de cosas menudas que suelo
representarme como una mesa y como sobremesa (en los términos en los que Carlos
Semorile, planteó lo que era ese tiempo del después de la cena, en una de sus
más bellas contribuciones a este blog). Me hubiera gustado, pero no es un deseo
frustrado sino la esperanza de algo que todavía puede suceder, que, además de
esto que venimos haciendo, hubiéramos podido (podamos) desarrollar la otra
pista: la que consiste en hacer foco en experiencias colectivas que también
devuelven la esperanza porque alguien (varios) pudo (pudieron) generar algo
distinto a lo que este sistema perverso postula como mandato. En el día de
ayer, Mauricio Kartun publicó en uno de sus espacios de expresión un video
desgarrador que da cuenta, una vez más, de lo terrible de los momentos que
se están viviendo en Argentina. Acompañó su publicación con un texto suyo que me
parece importante porque ubica bien a las personas en su contexto. Ese texto puede leerse en el Facebook de
Mauricio Kartun, en el espacio que él elige compartir con “todo el mundo” y
bien que hace. Entre las cosas alentadoras de este mundo: Kartun. Y casi nos podríamos levantar todos los días diciendo eso: uf, lo tenemos
a Kartun. (Y uno que otro nombre más que cada cual podría agregar). Bien. Publico
este video no porque me he vuelto loca y de pronto Nuestro
Querer se vuelve un espacio que publica catástrofes. Sino
porque en medio de esta catástrofe, esta mujer resulta un ejemplo absoluto. De
claridad, de lucidez, de amorosidad, de fuerza y coraje.
AGC